Hace unos días, una votación en el Parlamento Europeo, no vinculante, se mostró a favor de instar a la Unión Europea de incluir al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán en su lista de grupos terroristas. Desde Teherán reaccionaron con voces de condena y rechazo al argumento.
Más recientemente, el canciller persa, Hosein Amir Abdolahian, anunció que durante conversaciones con el jefe de la política exterior del bloque europeo y representantes de países de la UE, se les comunicó que la respuesta de la República Islámica a cualquier acción contra su fuerza oficial sería dura y efectiva.
De hecho, el jefe de la Diplomacia europea, Josep Borrell, admitió que el bloque no puede incluir al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) en la lista de entidades terroristas sin una decisión judicial de un país.
No obstante, la hostilidad desde el viejo continente parece continuar tras la adopción de otro paquete de sanciones contra 18 individuos y 19 entidades de Irán. Mientras que Reino Unido aplicó nuevos embargos a varias autoridades iraníes.
En esta edición de Detrás de la Razón analizamos el transcurso de las más recientes declaraciones tanto de Europa como de Irán al respecto.
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Por: Danny Pérez Díaz
