Lo que más anhelaba el régimen de #Kiev, es decir, una invitación para que Ucrania se incorpore a la #OTAN, no se produjo en la cumbre de la Alianza Atlántica celebrada esta semana en la ciudad lituana de Vilna.
"La invitación se enviará cuando se cumplan las condiciones", manifestó el secretario general del llamado "bloque defensivo", Jens Stoltenberg, sin explicar claramente cuáles son exactamente las condiciones. Entre otras vaguedades, habló de que el ingreso de Ucrania en la 'familia' otanista pasa por "modernizar" sus "instituciones" y avanzar en la lucha contra la corrupción.
Volodímir #Zelenski no pudo contener su ira. Calificó como "inaudito" y "absurdo”que no se fijara “un plazo ni para la invitación ni para la adhesión de Ucrania" a la OTAN, al tiempo que acusó a sus patrocinadores occidentales de falta de "respeto".
Un ataque de histeria que no cambió nada. De hecho, tampoco consiguió la invitación el segundo y último día de la cumbre. Lo que sí cambió fue el comportamiento de quien se hace llamar presidente de #Ucrania: abandonó por completo su 'rebeldía'. Y es que sus 'compañeros mayores' le habrían vuelto a explicar que su papel es el de actor y no de guionista.
A juzgar por los hechos, Ucrania nunca ingresaría en la OTAN. Y por una razón muy simple: el llamado 'bloque defensivo' necesita al país como carne de cañón en su guerra contra #Rusia, mientras que convertirlo en miembro de la alianza atlántica sería convertir en carne de cañón a los ciudadanos de aquellos países que se autodenominan como 'primer mundo'.
01:00 Una ducha de agua fría para la OTAN
02:48 El fallido sueño otanista del régimen de Kiev
03:22 Volodímir Zelenski confunde su papel de actor con el de guionista
05:34 ¿Por qué Ucrania nunca ingresaría en la OTAN?
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