Desde los inicios de 2012, las Fuerzas de Ocupación israelíes se han lanzado con uñas y dientes, tanques y bulldozers, a destruir lo que queda del Valle del Jordán.
Esta región, una de las más fértiles de Palestina y cuyo Río Jordán y Mar Muerto limitan con Jordania, es Zona C según los Acuerdos de Oslo, bajo el control administrativo, territorial, y militar de Israel.
El estado de Israel, ocupador, no cumple con ninguna obligación legal, ni moral, para con el pueblo ocupado, por el contrario, día tras día y cada vez con menos miramientos porque nadie les dice nada, limpian violentamente a los palestinos de sus tierras. Tierras que los palestinos habitan desde hace cientos de años.
Todo el suelo ha sido drenado, el Río Jordán es un hilo delgado porque los manantiales que lo alimentaban ya no existen.
El Mar Muerto se está secando. Donde se cultivaban las bananas más dulces del mundo ahora hay un desierto infinito. 320mil palestinos vivían aquí; actualmente son apenas 54mil.
En el mes de junio de 2012 recrudece la violencia. Con amargo dolor, testimonio que los hogares de Al Malih donde se levanta nuestra humilde escuela de Ayn Al Halwa, están siendo demolidos.
Fuente: Maria Taurizano
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